Decálogo contra las varices y las piernas cansadas
Las varices y la sensación de pesadez y cansancio en las piernas son las molestias más típicas de la insuficiencia venosa crónica (IVC). Esta patología, que se basa en la incapacidad de las venas para realizar el adecuado retorno de la sangre al corazón, tiene un elevado impacto sanitario y socioeconómico en países occidentales debido a su alta prevalencia, coste de las investigaciones y tratamiento. Según un estudio realizado en 22 países sobre más de 90.000 pacientes, 8 de cada 10 personas presentan signos y/o síntomas relacionados con la IVC. En España se calcula que aproximadamente tres millones de personas padecen esta patología y, aunque no se trata de una enfermedad exclusivamente femenina, una de cada dos mujeres presenta problemas venosos en algún momento de su vida. Por otra parte, la frecuencia de la enfermedad venosa crónica –especialmente las úlceras- se incrementa con la edad, alcanzando el 60% en mayores de 65 años. La sensación de pesadez e hinchazón, los calambres musculares, el hormigueo, el dolor al caminar y las varices componen una sintomatología que, no es grave pero sí crónica y causa gran malestar porque afecta y deteriora la calidad de vida personal y laboral de los afectados. Uno de los productos naturales que pueden ser de gran ayuda en estos casos es VENO+ Complex Neo, que contiene extractos de plantas útiles en estos casos como Castaño de Indias, Rusco y Hamamelis.
Consejos para prevenir la IVC
- No permanecer de pie, quieto o sentado largos periodos de tiempo:
Si debes hacerlo por motivos de trabajo o viajes largos, trata de mover frecuentemente los pies y las piernas, realizando giros con los tobillos.
- Piernas arriba:
Para aquellas personas que trabajen sentadas con el ordenador, es conveniente utilizar un reposapiés. Y durante la noche, mejor dormir con las piernas elevadas unos 15 cm.
- Aplicar ligeros masajes en piernas y tobillos:
Mientras permanecemos tumbados, podemos masajearnos las piernas desde los pies hasta los muslos.
- Mejor ducha que baño:
Podemos activar la circulación alternando duchas no excesivamente calientes (de 38º como máximo) con duchas frías en las piernas.
- Evitar la ropa ceñida y los ambientes demasiado calurosos:
Las prendas de ropa muy ajustadas y el calor son desaconsejables porque pueden dificultar el retorno venoso desde las piernas al corazón.
- En cuanto al calzado, se recomienda no llevar tacones muy elevados.
7. Atención a la alimentación: Tanto el sobrepeso como el estreñimiento pueden afectar a la circulación, por lo que para prevenirlos, resulta clave seguir una dieta rica en fibra, frutas, verduras y cereales.
- El ejercicio, fundamental:
Las actividades que más benefician a la circulación de las piernas son la natación o caminar.
- Cuidado con el tabaco y el alcohol:
Junto a la alimentación y la práctica de algún tipo de deporte, también debemos mantener unos hábitos sanos.
- Evitar tomar anticonceptivos hormonales. Los estrógenos aumentan permeabilidad, y los progestágenos la dilatación de las venas. Además, aumentan riesgo de trombosis venosa, si tiene varices evítelos.
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