¿Cuáles son las causas de la deshidratación infantil?
- Una hidratación constante. La deshidratación infantil normalmente sucede porque los niños/as no beben una cantidad suficiente de líquido o porque pierden más líquido corporal que lo habitual. Este desequilibrio es el que provoca la deshidratación. Para combatirla es preciso reponer los fluidos con la ingesta oral de líquidos y sales minerales, a través de sueros o limonadas caseras alcalinas, ideales en procesos de deshidratación por diarrea o vómitos. Ésta última gracias a su alto contenido en potasio y glucosa ayuda a rehidratar de forma más rápida y efectiva que el agua.
- Evitar bebidas isotónicas. No se recomienda utilizar bebidas para deportistas, debido a que éstas contienen un nivel elevado de azúcar. Por tanto, pueden causar o empeorar la diarrea. Es recomendable hidratarse, bebiendo una gran variedad de bebidas: agua, infusiones, refrescos, zumos, lácteos, etc. También es importante potenciar la ingesta de alimentos ricos en agua como las frutas, verduras y hortalizas.
- Inicialmente, ingerir líquidos en pequeñas cantidades. Generalmente, tomar líquidos es suficiente para solucionar una deshidratación leve. En un primer momento, es preferible suministrar con frecuencia pequeñas cantidades de líquido, utilizando una cuchara o una jeringa, en vez de forzar al bebé o al niño/a a beber una cantidad grande de líquido de una sola vez, ya que esto puede provocar un incremento de los vómitos.
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