Una correcta alimentación combate los efectos de la varicela

La varicela puede agudizar sus síntomas en niños con sistemas inmunitarios debilitados. Para prevenir estas situaciones, lo mejor es garantizar una dieta que ayude a fortalecer nuestras defensas. Hay toda una serie de alimentos que actúan como antibióticos naturales, potenciando nuestra dosis de vitaminas necesarias. Los probioticos, presentes en el yogur, son bacterias saludables que nos ayudan a mantener nuestro sistema digestivo en óptimas condiciones. La cebolla, la col, las espinacas, las lentejas y el cebollino… todos contribuyen a aportar hierro al organismo. Los cereales también pueden ayudar a una mejor defensa frente a bacterias y virus. El ajo es famoso por ser un antibiótico natural, pero también podemos aumentar nuestro sistema inmunitario con jengibre, limón e incluso té, ya sea verde o negro. Vitaminas como las que obtenemos de los boniatos también pueden ayudar a fortalecer nuestras defensas en el órgano más extenso del cuerpo humano: la piel, que necesita vitamina A para garantizar su salud. Por otro lado, tenemos una última recomendación, un clásico para reposos y para recuperar fuerzas, tanto entre mayores como entre pequeños: la sopa de pollo. Todos estos alimentos nos pueden ayudar a paliar los efectos de la varicela. Para garantizar que aliviamos los síntomas más molestos, como es el picor de la varicela, podéis aplicar a vuestros hijos e hijas Neo Peques Poxclin, un producto libre de sustancias químicas o tóxicas. Les ayudará a evitar que se rasquen y servirá de prevención ante el proceso de cicatrización de la piel.