¿Por qué mi hijo no quiere comer? Conoce las causas
- Un proceso de aprendizaje inadecuado. La ansiedad del padre o la madre ante uno o varios episodios de inapetencia, puede incrementar el rechazo de la comida, por parte de sus hijos/as. La sobrevaloración de la comida, que en muchas ocasiones hacen los adultos, relacionándola con la salud de sus hijos/as; da lugar a una excesiva insistencia, que incrementa la disminución del apetito, convirtiéndose en un círculo vicioso difícil de corregir.
- Buenos hábitos alimenticios. Garantizar unas buenas pautas de alimentación es fundamental. En este sentido, es importante evitar la anarquía en los horarios o el picoteo entre horas. Sobre todo, es importante que los más pequeños no abusen de alimentos dulces; chucherías; zumos envasados; refrescos. Es decir, de alimentos de escaso valor nutritivo.
- Causas físicas o fisiológicas. La pérdida del apetito en niños y niñas también puede ser ocasionada por algún tipo de enfermedad. Como por ejemplo: estados febriles; problemas digestivos; infecciones; la aparición de los primeros dientes u otro tipo de problemas relacionados con la salud del más pequeño.
- Acontecimientos sociales o familiares. La inapetencia en edad infantil también puede producirse como consecuencia a cambios en el entorno más cercano. Como por ejemplo, el nacimiento de un hermano/a; el inicio de la escolarización; un cambio de domicilio; el fallecimiento de un familiar, entre otras causas. Todos estos cambios, de origen más familiar o social, también influyen en la pérdida del apetito de los más pequeños. También cabe destacar que la inapetencia también puede tener un origen nervioso o emocional, debido a estrés, cansancio, soledad, nerviosismo o agotamiento.
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