¿Por qué mi hijo ha dejado de comer?
- Priorizar una alimentación completa e equilibrada. Una de las cosas que debemos tener presentes como padres es la importancia de garantizar a nuestros hijos/as una adecuada alimentación. Ante todo, debemos intentar que los más pequeños de la casa coman sano y variado. Precisamente, nuestros hijos/as están en plena etapa de crecimiento físico y desarrollo intelectual. Por tanto, más que nunca deben recibir los nutrientes y vitaminas esenciales, a través de la alimentación.
- Comer en familia. Alimentar, cocinar, comer juntos no son procesos mecánicos, sino toda una experiencia de dar y recibir afecto, de sentirse cuidado y protegido. Por ello, las experiencias que el niño/a tenga en torno a su alimentación, serán decisivas para su desarrollo emocional. En este sentido, es importante que en la medida de lo posible, prioricemos las comidas en familia.
- Divertidas sugerencias a la hora de comer. Debemos intentar presentar los alimentos de una forma sugerente. Por ejemplo, podemos colocar los alimentos, siguiendo las formas de divertidas figuras o cortando pequeños trozos de fruta, creando originales presentaciones en el plato. El momento de la comida debe ser agradable, de modo que los pequeños no asocien la hora de la comida con un momento tenso; sino con afecto y bienestar.
- Cuando se opone por oponerse. A partir de los 2 o 3 años, los niños/as ya son más autónomos y empiezan a decidir por sí mismos, lo que más les gusta. En este momento, suelen empezar las batallas de ‘por qué no quiere comer’. La falta de apetito en esta etapa, suele ser por varios motivos. Aunque el más común es el relacionado con el inicio de una etapa de desarrollo que se caracteriza por la oposición. Es decir, para diferenciarse de los demás, simplemente se opone, dice que no. Ante esta situación, sobre todo, debemos mantener la paciencia y nunca obligarles. Pasada esta etapa, seguramente volverán a comer los alimentos que ahora rechazan.
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