Consejos para unas vacaciones saludables
- Mantenerse hidratado. Beber agua y evitar la sudoración prologada que puede conducir a la deshidratación.
- Alimentación. Las ensaladas, las frutas, la fibra y los lácteos deben ser los principales componentes de la dieta veraniega.
- Atención con el sol: Evitar la exposición directa al sol entre las 11 y las 5 de la tarde. Utilizar un fotoprotector, gorra y gafas de sol. Después de la exposición solar es importante darse una buena ducha e hidratar bien la piel.
- Pies. Los pies son una parte delicada del cuerpo en verano. Para evitar las posibles afecciones dermatológicas es importante tener cuidado con la higiene en las piscinas y mantener los pies secos después del baño.
- Calzado: No utilizar calzado muy cerrado o no transpirable para evitar infecciones bacterianas y fúngicas por una sudoración excesiva y maceración persistente, facilitando. Utilizar calzado cómodo y transpirable en excursiones y en caminatas prolongadas para evitar rozaduras y ampollas.
- Higiene. Utilizar cada uno su propia toalla y no intercambiar ropas a fin de disminuir el riesgo de contagio de infecciones
- Rozaduras. Evitar el ejercicio intenso que provoque una continuada sudoración para evitar rozaduras en zonas de pliegues como ingles o axilas. Moderar el uso de desodorantes.
- Botiquín. Es importante llevar un botiquín sencillo y adaptado al tipo de viaje a realizar.
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Familia
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