Consejos para tratar el síndrome de las piernas cansadas
- Piernas colocadas hacia arriba. Se aconseja dormir con las piernas ligeramente levantadas, por ejemplo, poniendo una almohada debajo de los pies.
- Piernas en remojo. Sumergir las piernas en agua tibia con una cucharada de sal durante aproximadamente 20 minutos. En verano son muy aconsejables las duchas con agua fría, intercalándola con agua caliente. Conseguirás evitar la sensación de dolor y pesadez.
- Cambiar de posición. Durante la jornada laboral, es fundamental cambiar de posición y, si es posible, no permanecer mucho tiempo sentado con las piernas o los pies cruzados. Se aconseja agacharse un par de veces para que la circulación de la sangre restablezca su flujo normal.
- Ropa y calzado cómodo. Es recomendable no llevar ropa demasiado ajustada, ya que, afecta a la circulación sanguínea. Además en el caso de las mujeres, que son generalmente las que más padecen de piernas cansadas, se desaconseja tanto el uso de tacones excesivamente altos como el de calzado completamente plano. La mejor opción son los zapatos con unos 3-4 cm de tacón.
- Ejercicio físico moderado. Es totalmente recomendable realizar ejercicio, especialmente, aquellos que favorezcan el movimiento de las piernas. Los más convenientes para combatir esta dolencia son la natación, el ciclismo y caminar.
- Una dieta rica en fibra. Es imprescindible para conseguir que nuestros intestinos funcionen correctamente, mejorando la circulación de la sangre. Se recomienda el consumo de frutas, verduras, nueces, legumbres y muchos cereales. También es fundamental, beber mucha agua, ya que ayuda a eliminar las toxinas.
- Masajes. Las piernas cada día realizan el duro trabajo de soportar el peso de todo el cuerpo. Por tanto, debemos cuidarlas aplicándonos un ligero masaje por la noche. La mejor manera de masajearse las piernas, es desde los pies hasta los muslos, donde presionaremos con suaves movimientos giratorios.
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