Cómo disminuir las contracturas musculares
- Estiramientos y ejercicios para fortalecer los músculos. Son esenciales para mantener una buena salud muscular y ósea. Por eso, practicar a diario Yoga, Tai Chi, Pilates o natación son excelentes opciones para mantener nuestro cuerpo sano, activo y prevenir lesiones.
- Aromaterapia. Una gran aliada para conseguir que nos relajemos y aliviemos tensiones. Podéis utilizar aceites esenciales de jengibre, romero, tomillo o lavanda. Si sois constantes, esta práctica, os será de gran ayuda para acabar con las contracturas.
- Baños de agua caliente. Un baño relajante y aromático es otra de las opciones para conseguir acabar con las tensiones y el dolor muscular. La receta es: agua caliente, 250 gr de sales de Epsom, 5 gotas de aceite esencial de mejorana, 5 gotas de romero y otras 5 de lavanda.
- Las infusiones. Otra buena opción para aliviar el dolor. Especialmente, os aconsejamos una mezcla de ulmaria, sauce y harpagofito. Debéis tomaros la infusión varios días o semanas seguidas. Generalmente, las plantas medicinales tardan en hacer efecto pero, si sois constantes, notaréis sus beneficiosos efectos.
- Árnica. Gracias a sus propiedades, analgésicas y antiinflamatorias, alivia el dolor y la inflamación. Podéis aplicarlos un gel de árnica en la zona de la contractura. Sobre todo, nunca lo apliquéis en una herida abierta.
- Hidroterapia. Se trata de una solución muy recomendable. Los chorros de agua y su temperatura os ayudarán a encontraros notablemente mejor. Por tanto, si tenéis tiempo os aconsejamos acudir a un SPA o balneario urbano.
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Estrés
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